lunes, 22 de octubre de 2012

Pueblos Indígenas y El Nahuatl


Nahuatl En Veracruz




De acuerdo con Brinton, náhuatl significa "el que habla con autoridad o conocimiento", que es superior, competente, astuto. El sentido real del término nahuatlaca (náhuatl y tlácatl) es "la gente superior, la gente que manda".

Los actuales nahuas se llaman a sí mismos macehuale y traducen este término como campesino, que podría provenir de la antigua división clasista de la sociedad nahua entre pillis (la élite) y macehuales (el pueblo, los campesinos), pues se supone que la mayoría pertenece a la clase campesina.
La palabra náhuatl puede derivarse de la tradición tolteca y referirse a una nación dominante, organizada en cuatro grandes regiones geopolíticas. Los toltecas hablaban lengua náhuatl, la cual fue adoptada posteriormente por otros grupos. Durante la hegemonía mexica, el náhuatl fue la lengua oficial en Mesoamérica, por cuanto la aplicación a los aztecas del término nahuatlaca significaba la gente que manda. Actualmente no existen los nahuas, en tanto nación que manda, sino macehualmej: los campesinos.
Localización



El estado de Veracruz se localiza al oeste y sureste de la República Mexicana, entre los paralelos 17°7’ y 22°28’ de latitud norte y entre los meridianos 0°29’ y 5°32' de longitud oeste, en la denominada zona intertropical.
Los nahuas de Veracruz se localizan en 14 municipios de la región norte Huasteca; 20 de la región centro Orizaba-Córdoba y en cinco municipios de la región sur Istmo-Coatzacoalcos. Los municipios con mayor número de hablantes de náhuatl son: Chicontepec, Ixhuatlán de Madero, y Benito Juárez en la región huasteca, además de Tehuipango, Soledad Atzompa, Zongolica y Mecayapan.
Infraestructura
En esta zona existen planteles educativos de nivel básico y medio a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en colaboración con la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antes Instituto Nacional Indigenista (INI), y la Dirección General de Educación Indígena.
En las localidades indígenas las obras de infraestructura para la red de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica han estado a cargo de la Secretaría de Asuntos Hidráulicos y Obras Públicas, Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, y Secretaría de Obras Públicas del estado; la CDI ha desempeñado la gestión intersecretarial.
Antecedentes históricos
En este territorio, desde antes de la llegada de los nahuas aztecas, había tepehuas, otomíes, totonacos, huastecos y nahuas toltecas; en la época prehispánica fue conocido, según Byam Davis, como Xiuhcoac, es decir, "serpiente de turquesas".
Conflictos políticos provocaron la invasión de nahuas toltecas antes del surgimiento de la Triple Alianza. Posteriormente, procesos de migración y colonización originaron la fundación de diferentes asentamientos. La provincia de Zicoac se mantuvo independiente del llamado imperio azteca, que varias veces intentó conquistarla: Moctezuma Llhuicamina, en 1440; Tizoc, en 1481-1486; Ahuizotl, en 1486-1502; y Moctezuma II, en 1502-1520.
Demografía
En 1990, los hablantes de lenguas indígenas a nivel nacional eran 5 282 347, de los cuales 1 197 328 hablaban nahua, cifra que representa el 22.67% de la población indígena a nivel nacional. En el estado de Veracruz se registraron 580 386 hablantes de lengua indígena, de los que 294 711 fueron nahuas, los cuales conforman el 50.77% de la población indígena de Veracruz.
La región de la Huasteca veracruzana está formada por 47 municipios; en 20 de ellos el náhuatl es la lengua principal, en 16 el totonaco, en ocho el huasteco, en dos el otomí y en uno el tepehua.
En los municipios de la Huasteca la población bilingüe es de 118 390 personas, de las cuales 20 259 son monolingües. Los municipios con mayor monolingüismo son Llamatlán, Benito Juárez y Zontecomatlán. De acuerdo con el número de hablantes, la lengua más importante es el nahua: 89.50%, con 128 751 personas de más de cinco años; le siguen el otomí, con una población de 7 668, el huasteco con 80 personas y el totonaco con tres hablantes registrados.
En Veracruz los municipios que concentran al mayor número de hablantes de náhuatl son Chicontepec, con 41 223, 23 634 en Zongolica; 21 251 en Ixhuatlán de Madero; 12 628 en Mecayapan; 11 645 en Benito Juárez; Tehuipango cuenta con 10 277 y Soledad Atzompa con 10 268.
Lengua
Los descubrimientos de la glotocronología asignan al yuto-azteca, tronco lingüístico al que pertenece el nahua, una antigüedad aproximada de 45 a 47 siglos. La lengua nahua se encuentra en un eje idiomático de sur a norte en el siguiente orden: nahua-pimanahopi-tubatulabal-mono.

Salud
Como para otros grupos indígenas, para los nahuas de Veracruz algunas enfermedades sólo pueden ser tratadas por especialistas, quienes realizan terapias tradicionales y utilizan plantas medicinales de la región, combinadas en algunos casos con medicina alópata. Algunas de estas enfermedades son la pérdida de la sombra, el susto, el daño, etcétera.
Asociada a la ceremonia de "darle de comer a los elotes", se realiza el pepentle, que es una ceremonia de curación para evitar los males en las personas, los objetos de la casa y los animales domésticos. Mediante el pepentle, el huehuetlaka (especialista), junto con el maíz y los padrinos, ayudados por los santos católicos y dioses indígenas, capturan la enfermedad o el mal que pueda haber. Los padrinos sujetan al ahijado mientras que el huehuetlaka le hace una limpia con dos mazorcas y lo sahúma con copal.
Vivienda

Para la construcción de su vivienda, los nahuas piden la ayuda de familiares y parientes. Si no cuentan con este tipo de trabajo, llamado "mano vuelta", contratan peones. La comida del mediodía es obligación del dueño de la casa. Las casas son de madera, otates, hojas de palma real, zacate y hoja de caña que se encuentran en la zona, y se compran tejas y láminas para los techos a vendedores foráneos.
Las casas son de forma rectangular, divididas en cuadros; algunas tienen un tapanco de tabla u otate para guardar enseres domésticos y parte de la cosecha. Alrededor de la casa se lenvanta una cerca de tiras de otate, recubiertas de bajareque (barro revuelto con zacate colorado) y se colocan ventanas pequeñas y puertas de madera.
Cuando la casa está terminada, se hace una ceremonia en sábado o domingo, o de martes a jueves, porque el viernes es día de brujos y el lunes es día de las ánimas. Los nuevos dueños consiguen un curandero y ponen ofrenda, que se compone de flores, ceras, velas, pan, huevos, dos gallinas y un gallo, aguardiente, tortillas, café, caldo blanco con pechuga y refrescos. El dueño busca a dos mujeres para que ayuden a la señora a hacer la comida, y a dos señores para que ayuden al curandero.
El curandero realiza un ritual en el techo de la casa y dentro de la habitación, donde nueve cruces de madera "comerán" la ofrenda; después, el curandero invita a los presentes a "levantar" (comer) la ofrenda. El curandero hace una cruz de pétalos de cempoal y pone ofrenda en cada horcón. En cada esquina echa ajosmecatl y ajo. En el techo de la casa pone de ofrenda el tamal de gallo, prende una cera durante un rato, arroja aguardiente y reza; después destapa el tamal y lo ofrece. Al terminar los rezos, levanta el tamal y baja del techo.
Indumentaria
El traje tradicional femenino de gala, consta de quechquémitl, blusa y enagua. El quechquémitl y la enagua se tejen con hilaza blanca de telar de cintura, y se bordan en las orillas con estambres en punto de gobelino, con figuras geométricas, zoomorfas, antropomorfas y vegetales. La boca del quechquémitl se remata con bordados de punto de ojal compuesto, y los lienzos se unen con punto de randa en estambres de colores. La blusa es de bata ceñida en la parte alta del busto, hombros y espalda y hasta abajo de la cintura se despliegan faldones plisados a partir de la bata. Toda la blusa lleva amplios y coloridos bordados de punto de cruz.
El traje de uso diario consta de enaguas de colores brillantes, verde o azul, adornadas en la bastilla con dos o tres tiras de encaje blanco y/o listones de colores, blusa blanca de manta con bordados en punto de cruz, delantal sobre las enaguas y un lienzo rectangular de color negro amarrado sobre la cabeza, y con un nudo en la nuca que deja una punta que cae sobre la espalda.
Las camisas de los hombres llevan bordados de diferentes figuras y colores, distintivos que los identifican con su comunidad.
Territorio, ecología y reproducción social
La Huasteca veracruzana está inmersa en las provincias fisiográficas de la Llanura Costera del Golfo, que abarca desde el río Bravo hasta la zona de Nautla en Veracruz y la de la Sierra Madre Oriental. En la Llanura Costera del Golfo se encuentra la subprovincia de las "Llanuras y Lomerios", que se extiende desde Tampico, Tamaulipas, hasta Misantía, a la que corresponden parte de los municipios de Chicontepec y Platón Sánchez. La subprovincia del "Corzo Huasteco" pertenece a la provincia de la Sierra Madre Oriental e incluye los municipios de Benito Juárez, Chalma, Chiconamel, Texcatepec, Tlachichilco, Zontecomatlán y parte de los municipios de Chicontepec, Ixhuatlán de Madero, Huayacocotla, Platón Sánchez, Tempoal y Temapache.

Los indígenas jóvenes tienen mayor movilidad. Las rutas migratorias se dirigen hacia la zona cafeticultora de Huauchinango, Puebla, y Jalapa, Veracruz, hacia las zonas ganaderas de Tuxpan y Poza Rica, Veracruz, y de Tampico, Tamaulipas, hacia la zona cañera de Ciudad Mante y Xicoténcatl, Tamaulipas, y más al norte hacia la frontera con Estados Unidos.
Fiestas
Entre sus principales festividades están las ceremonias agrícolas. La primera es la de la siembra e involucra a los dueños y a los sembradores, sean peones, o amigos y familiares que trabajan en "mano vuelta".
En la festividad de Todos Santos a los difuntos se les ponen varias ofrendas. La primera se les hace en san Miguel, el 29 de septiembre. La segunda es en san Lucas, el 18 de octubre. A los niños chiquitos se les ofrenda el 31 del mismo mes. El día de los difuntos grandes es el primero de noviembre y en el octavo día se les hace la ceremonia del chicontes. La última ofrenda es el 30 de noviembre en San Andrés.

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FESTEJANDO A LOS MUERTOS



Fiesta De Todos Los Santos En Mexico


En México más que una festividad Cristiana es una celebración donde se mezclan tanto la cultura prehispánica como la religión católica, donde el pueblo Mexicano logró mantener sus antiguas tradiciones vivas.

Dentro de éstas tradiciones se mezclan sentimientos contrastantes, como lo son el dolor de perder a un ser querido, unidos al colorido de la fiesta y la diversión.
La festividad del día de los muertos de divide en dos partes, la primera el día de todos los santos celebrada el 1 de Noviembre y la del día de los muertos del día 2 de Noviembre:

  • Día de Todos los Santos (1 de Noviembre)
Este día se celebra la fiesta de todos los santos que tuvieron una vida ejemplar así también de los niños difuntos.

Esta fiesta es pequeña en comparación con la del Día de Muertos, dentro de las tradiciones se acostumbra realizar altares a los Santos dentro de las Iglesias, y muchas familias acostumbran realizar altares a sus niños muertos ya sea dentro de sus casas o sobre las lápidas en los cementerios.
Los altares son adornados con papel de muchos colores, flores de cempasúchil, si el altar es para un niño se le ponen juguetes como carritos, muñecas, dulces etc.


  • Día de los Muertos (2 de Noviembre)
Este día se celebra la máxima festividad de los muertos en México. La celebración está llena de muchas costumbres. A las personas les gusta ir y llevar flores a las tumbas de sus muertos pero para otras representa todo un rito que comienzan desde la madrugada cuando muchas familias hacen altares de muertos sobre las lápidas de sus familiares muertos, estos altares tienen un gran significado ya que con ellos se cree que se ayuda a sus muertos a llevar un buen camino durante la muerte.
Las familias pasan largas horas trabajando en el altar, muchos de estos altares son considerados verdaderas obras de artes, ya que reflejan el trabajo, dedicación y creatividad de la gente para ofrecer un buen altar. Existen muchas formas de realizar altares de muertos, la más sencilla la suele hacer mucha gente dentro de sus casas ya que sobre una mesa cubierta con un mantel se pone una fotografía de la persona fallecida, y se adorna con flores y algunos recuerdos.

Otros altares son realizados según la tradición, donde se establece que el altar debe de constar de 7 niveles o escalones que representan los 7 niveles que tiene que pasar el alma de un muerto para poder descansar. Estos altares se realizan generalmente en lugares donde exista un espacio grande donde pueda caber todo el altar, el cual debe ser barrido el cuarto con hierbas aromáticas hacia los cuatro vientos un día antes del día de muertos. Primero se construye o fabrica el esqueleto del altar ya sea con cajas de cartón, madera o lo que se encuentre a fin de que queden bien cimentados los 7 niveles, de los cuales el séptimo debe de estar casi a la altura del suelo y sobre él se pone el segundo nivel que es un poco más chico que el primero y así sucesivamente hasta llegar al primer nivel, cada escalón es forrado con tela negra y blanca. Cada escalón tiene un significado y debe contener ciertos objetos en específico:
  • Primer escalón se pone la foto del santo o virgen de la devoción.
  • Segundo escalón es para las ánimas del purgatorio.
  • Tercero se pone la sal para los niños del purgatorio.
  • Cuarto se pone pan llamado "pan de muerto", este pan es adornado con azúcar roja que simula la sangre, se recomienda que el pan sea echo por los parientes del difunto, ya que es una consagración.
  • Quinto se pone la comida y la fruta que fueron los preferidos por el difunto.
  • Sexto se pone la foto del difunto a quien se dedica el altar.
  • Ultimo se pone la cruz de un rosario hecho de tejocote y limas.
Las ofrendas que se ponen dentro del altar son las siguientes:
  • Se prenden cuatro velas principales formando una cruz orientada a los cuatro puntos cardinales, al lado del altar, se pone una olla de barro sobre un anafre con hierbas aromáticas: albahaca, laurel, romero, manzanilla y otras más.
Los elementos que debe tener un altar son:
  • Cadenas de papel morado y amarillo que significan la unión entre la vida y la muerte.
  • Papel picado que da colorido y alegría de vivir.
  • Las flores son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; flor amarilla, la tierra y la morada el luto.
  • Velas que con sus llamas representan la ascensión del espíritu. También significan luz, guía del camino.
  • Lienzo blanco y nuevo que representa la pureza, el cielo.
  • El cirio representa el alma sola.
  • Incienso de copal cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte.
  • El maíz representa la cosecha.
  • Las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza. Generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes y jícamas.
  • Las calaveras de azúcar que son una costumbre indígenas.
  • El agua que da vida y energía para el camino.
  • Los platillos con las que se trata de agradar el difunto compartiendo los alimentos que le gustaban.
  • Fotografía de la persona a quien se dedica el tributo.
  • Un Cristo para que haya bendiciones.
  • Una cruz de cal que simboliza los 4 puntos cardinales.
  • Sal para que el cuerpo no se corrompa.
  • Un camino desde la puerta de la entrada hasta el altar formado con flor de cempasúchil.
  • Una vara para liberar al muerto del demonio y los malos espíritus.
  • Objetos personales del difunto.